"CONFIRMAN ARQUEOLOGOS EL USO RITUAL DEL NEVADO DE TOLUCA".

"CONFIRMAN ARQUEOLOGOS EL USO RITUAL DEL NEVADO DE TOLUCA".

Expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmaron el dilatado uso ritual del Nevado de Toluca, el cual fue advertido por los frailes Bernardino de Sahagún, Juan de Torquemada y Alonso Ponce en los siglos XVI y XVII.

Los especialistas aplicaron distintos métodos de datación en diminutas muestras tomadas de materiales arqueológicos en la cima del Xinantécatl, informó en un comunicado el INAH.

Los estudios indican que éstos se depositaron en un lapso muy prolongado: de mil 200 años, aproximadamente, a las primeras décadas del siglo XX.

A partir de los resultados de distintas técnicas de registro, se pueden establecer que, en el área de Lago de Sol, las diversas ofrendas se colocaron hacia finales del Epiclásico (650-900 d.C) e inicios del Posclásico Temprano (900-1520 d.C), y en la zona del Lago de la Luna los materiales proceden de este periodo en adelante.

Iris Hernández Bautista y Roberto Junco, especialistas de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS), dieron a conocer estas conclusiones producto de ocho años de trabajo de gabinete y análisis de materiales en la décima Semana de Antropología de la Montaña, que se llevó a cabo en el Museo Nacional de Antropología.

Las temporadas en campo del proyecto multidisciplinario de la SAS en el Nevado de Toluca consistieron en recorridos y excavaciones terrestres e inmersiones.

En 2007, 2010 y 2012 se recolectaron materiales arqueológicos en cinco sitios ubicados en las crestas y el cráter: La Estructura, El Mirador, el Lago del Sol, El Ombligo y el Lago de la Luna.

Asimismo, se obtuvieron láminas de madera de forma serpentina (la mayor de 122 cm de largo) que aluden al cetro de Tláloc, uno de los atributos de esta deidad; esferas y conos de copal, púas de maguey que servían para el autosacrificio, cerámica y lítica.

Uno de los estudios más profundos es el referente a los objetos de lapidaria de las ofrendas ubicadas, principalmente, en El Mirador y en la orilla oeste del Lago del Sol, donde sobresalen teselas de turquesa, discos de pizarra y numerosas cuentas de piedra verde.

Emiliano Melgar Tizoc, investigador del Proyecto Templo Mayor, e Iris Hernández, de la SAS, emprendieron los análisis de esta recopilación aplicando microscopia electrónica de barrido, arqueología experimental y cotejo con muestrarios similares.

"La turquesa del Nevado de Toluca se asocia a la tradición lapidaria teotihuacana, es posible que estos materiales hayan sido traídos de la metrópoli, y tenido un vínculo con ésta o tal vez fueron manufacturados después por artesanos relacionados con dicho estilo lapidario", referieron.

"Es probable que la ofrenda de turquesa y piedra verde se haya depositado, tanto en el Lago del Sol como en El Mirador, hacia finales del Epiclásico y principios del Posclásico Temprano", detallaron.

De igual forma, muestras de carbón contenido en el estuco de arreglos arquitectónicos simples cimientos y alineamientos localizados en la ladera noreste del Lago de la Luna; de copal y madera de alguno de los centros de Tláloc, fueron examinados por Corina Solis Rosales en el Laboratorio de Espectrometría de Masas con Aceleradores (LEMA), de la UNAM.

Con calibraciones de 95 por cierto, la porción de carbón del estuco se fechó entre 1426 y 1618 (el Posclásico Tardío y la época virreinal), aunque la experta Iris Hernández precisó que la datación es sobre la leña usada para elaborar el estuco o argamasa.

Comentó que el copal es un material más "confiable" en términos de fechamiento, porque parte del análisis de la resina del árbol, es decir, de cuando éste estaba vivo, por lo tanto se tomarán muestras de las 27 piezas de copal, entre conos y esferas, para seguir con la investigación.

Notimex.

Escribir comentario

Comentarios: 0