"52 MINUTOS DE HORROR... TERMINARON EN OTRO FEMINICIDIO EN TOLUCA". PERIÓDICO DIGITAL TOLUCA HOY, NOTICIAS ONLINE PERIÓDICOS.


"52 MINUTOS DE HORROR... TERMINARON EN OTRO FEMINICIDIO EN TOLUCA".

"No entiendo qué persona es capaz de hacer este tipo de agresión”, expresa Santiago frente al féretro de su esposa. 

 

A las 16:04 horas del lunes Juanita “N” “N” de 44 años salió de su centro laboral ubicado en una de las zonas más  céntricas de Toluca, 52 minutos después se encontraba a ras de piso en un lote baldío de calzada El Pacifico, padeciendo las heridas que le habían provocado las 37 puñaladas que el o los agresores le dieron y que minutos después, en la sala de urgencias de un hospital, terminaron con su vida.

 

“Le rebanaron las manos, le pegaron en la cara, le dieron muchos piquetes en la garganta. Fue un gran milagro que todavía haya alcanzado a hablar” por teléfono para que su esposo Santiago fuera en su búsqueda para rescatarla del sitio donde fue arrojada la tarde del lunes 30 de mayo, narra la señora Imelda de la tercera edad y madre la víctima que en todo momento tiene sus  manos en posesión de oración.

 

 

Juanita era trabajadora del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Gobierno del Estado de México (DIFEM) ubicado en Paseo Colón y Paseo Tollocan, dos de las vialidades más céntricas e importantes de la capital mexiquense.

 

De acuerdo a testimonios de su esposo compartidos para el periódico métricadigital.com/home, Juanita salió de su trabajo con su bolso, teléfono celular y sin grandes cantidades de dinero, lo necesario para el pasaje, por ello descartó que la brutal agresión allá obedecido a un robo común.

 

“No entendemos, no entiendo qué persona es capaz de hacer este tipo de agresión, este gran daño”, expresa Santiago sentado frente al féretro de su esposa que la tarde del miércoles se encontraba en el patio del hogar ubicado en la periferia de la comunidad de Tlacotepec al suroriente de la ciudad.

 

Un marido alto y corpulento que se encuentra desecho, con rostro desencajado que a la distancia transmite una profunda consternación y de cerca una gran impotencia; con narrativa escueta pero precisa no duda en pedir que su testimonio no sea usado de forma amarillista para vender una  noticia que al interior de la familia genera  un dolor que nunca podrá sanar.

 

A la sociedad, quizás, un enorme morbo y tal vez solidaridad; a los medios de comunicación más dinero y ventas de sus productos (periódicos) y a la autoridad una indiferencia.

 

Y para que esto último no ocurra, subraya, pide que se señale con nombre y apellido a las autoridades que han sido incompetentes de brindar seguridad a los vecinos de Toluca que tienen que pasar tragos tan amargos como el que está viviendo su familia.

 

Exigencia de justicia y seguridad en las calles de Toluca y del Estado de México que para la señora Imelda es un enorme tema y de preocupación permanente, un  problema al que se enfrentó hace cinco años y que sigue arrastrando como una sombra que siempre está ahí, ya que el 29 de julio de 2011 su hijo Hugo Marcos Degollado Serrano de 29 años, salió de su trabajo, la empresa Bimbo ubicada en la zona industrial de Toluca, pero jamás regreso a casa.

 

Desde ese momento hasta la fecha no se le ha localizado pese a que la familia aportó en su momento todos los elementos que se tenían para dar con su paradero.

 

“Mi hijo trabajaba en el Bimbo, denunciamos la desaparición pero desde ese entonces no hemos tenido noticia. Les preguntamos a las autoridades si ya hicieron algo y no obtenemos respuesta”, comenta la madre que ha tenido que observar la partida de dos de sus ocho hijos en circunstancias lamentables.

 

Para la hermana de Juanita, las autoridades municipales y estales tienen  la obligación de garantizar la seguridad de los habitantes y si eso no lo pueden hacer, significa que han fracasado en su principal encomienda y se les debe de recordar e incluso sancionar.

 

La narrativa de Santiago precisa que a las 16:56 horas del lunes 30 de mayo del presente año, con voz quebradiza y de mucho dolor, su esposa le dijo que estaba muy mal, que había sido agredida y necesitaba su ayuda; también le precisó donde se  encontraba.

 

En  ese momento Santiago abandonó su centro laboral, ubicado también en Toluca, y de inmediato procedió a trasladarse a calzada El Pacifico, al sur de la periferia del municipio.

 

En el trayecto Santiago estableció una segunda comunicación con su esposa, la cual le precisó que se encontraba a pie de carretera, específicamente en el segundo retorno de la referida avenida (en línea recta a unos 12 kilómetros de su hogar).

 

“En el trayecto me encontré a una patrulla, le precise lo que me había comunicado mi esposa y seguí buscándola ya con la policía. Cuando llegamos al lugar observe como mi esposa estaba muy mal, muy mal; tenía heridas en todo el cuerpo, en la garganta y por eso casi no podía hablar…”, comenta Santiago tras aclarar que el celular de Juanita quedo bajo resguardo de los policías ministeriales ya que es un elemento fundamental en la investigación  que se está realizando para dar con  el o los responsables del crimen.

 

“No tenemos enemigos, no tenemos dinero, no somos ricos ni mucho menos, somos gente normal que trabaja y vive de forma tranquila”, precisa Santiago.

 

Información publicada por Métrica Digital.

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