Una mujer se golpea con una poste para simular violencia de género.
La joven llama por teléfono delante de un varón a un teléfono de atención a las mujeres maltratadas tras golpearse ella misma contra el poste.
Parece increíble, pero es el día a día que viven muchos hombres en España. Amenazas continúas con ser denunciados a consecuencia de una Ley de Violencia de Género que parte en el proceso de
detención por tratar como «culpable» al hombre simplemente con oír la palabra de la mujer. La acusación basta. Acaban detenidos y camino a ser encerrados.