
Un sacerdote del noroeste de Honduras pidió perdón el lunes por haber arrancado, un día antes durante una actividad por Semana Santa, el cubrebocas del rostro al menos a dos feligreses porque su uso es una "babosada".
El sacerdote fue identificado como Rolando Peña, de 60 años. Vestido de casulla roja -como manda el calendario litúrgico para Semana Santa- se jactó de andar sin ningún tipo de protección ante la pandemia de Covid-19.
Darwin Andino, obispo de la Diócesis de Occidente, a la que pertenece el templo de Corquín, aclaró que el sacerdote "no tiene la autoridad" para obligar a los feligreses a incumplir las medidas de bioseguridad.
"Tenemos que tener la confianza en Dios. Esta babosada [la mascarilla], yo la uso, pero esto no me va a salvar de un cáncer, de una anemia o de cualquier otra enfermedad. La gente malinterpreta las cosas que yo digo", aseguró.
Con información de El Universal
Via Jessy GM